Grisel Guadamuz Vargas (*)
La familia de Grisel Guadamuz Vargas es originaria de la Isla de Ometepe, en el Lago de Nicaragua. Como las fronteras son inventos de otros, su familia se ha movido históricamente entre Upala, donde Grisel nació y Nicaragua, donde creció. Hace más de 30 años Grisel regresó a Upala, donde ha vivido desde entonces. Forma parte de la Red de Mujeres Rurales y como tal participa en el proceso de fortalecimiento de la producción sostenible. Recientemente ha sido beneficiada con una parcela en el asentamiento Las Américas, desde donde se ve el Lago de Nicaragua. Ahora está en un proceso de diseñar su parcela e incorporar nuevos cultivos. Como parte del fortalecimiento de la producción agroecológica, las compañeras de la Red han abierto, junto con otras organizaciones, una Feria de Productos Orgánicos, en el parque de Upala. Tras el impacto del huracán Otto, el 24 de noviembre del año pasado, su producción se ha visto fuertemente afectada.
A continuación las palabras de Grisel:
“Quiero hablar del derecho de los seres vivos. Nosotros en este tiempo hemos valorado y comentado que, como dicen, que los seres vivos andan haciendo daño. Pero ¿a qué viene eso?, eso se debe al despale, y no tienen dónde irse. De un momento a otro ya no hay nada. ¿Qué pasa con los árboles y con todo lo demás? Eso queda enterrado y eso hace que los animales cojan para las ciudades, a los pueblos a hacer daño. No es cosa que tengan la culpa los animales, quien tiene la culpa es el hombre, las empresas, por hacer tanto daño a la Naturaleza.
Nosotras allá hemos ido haciendo cosas para conservar. Hemos ido conservando con sembrar árboles frutales para que los animales tengan opción en donde estar. Porque ya no vemos animales; no vemos mariposas. Los pájaros tampoco ya no se ven, no tienen dónde comer. Todo esto estamos promoviendo. Pero también hacemos la pregunta a las instituciones que dicen que cuidan el ambiente, ¿Qué pasa con eso? Si las municipalidades, el gobierno y el MINAE [Ministerio de Ambiente] es parte: todos ellos promueven la siembra de la piña. Ante los grandes daños que hacen los empresarios, decimos que aquí en nuestro país, quienes tenemos que cuidar somos nosotros. Estos empresarios extranjeros ¿Qué amor tienen por la tierra y por cuidar? ¿Qué cuidados tienen con la tierra? Ninguno. Estas instituciones dicen que cuidan la tierra y por otro lado dan permisos a las empresas extranjeras que la sigan comprando, para que se siga botando los árboles. Si nosotros que vivimos aquí no la cuidamos, no esperamos que otros las vengan a cuidar, más bien destruyen la Naturaleza.
Preguntamos: ¿quién tiene la tierra? ¿dónde están los árboles? Por eso la Red de Mujeres Rurales se va extendiendo por todo el país. ¿Cómo y de qué manera? Una de ellas es ir a las comunidades. Si hoy visitamos una mujer de Guanacaste, esa mujer de Guanacaste llega e invita a otras mujeres, y así nos vamos añadiendo más mujeres en la Red.
De la Red hemos recibo capacitación en agricultura. Es muy importante para salir adelante en la agricultura. Por ejemplo, en San Isidro de Upala recibimos una capacitación sobre el uso del codal en casa de Manuela Blandón. Con eso medimos el nivel de la tierra y nos permite trazar y conservar las eras [terreno preparado para la agricultura estacional] para que no se erosione.
El año pasado en Upala se organizó la celebración de los 10 años de la Red de Mujeres Rurales. En esa lucha y para esto nos reunimos la zona norte y nos reunimos como 70 mujeres, y ahí pudimos ver cómo se van desenvolviendo. Vimos las actividades de cada lugar, sus siembras, sus cosas manuales, tanto mujeres que tienen su compañero como mujeres que hacen su vida sin pareja. Todas han realizado su trabajo con sus manos. Nos podemos desenvolver y sabemos que no perecemos porque nuestra producción se mantiene viva. Entonces tenemos nuestros alimentos, frutas, plantas medicinales, árboles, hortalizas, todo lo que se refiere a la Naturaleza y también llevando aprendizajes de cómo hacemos abono y cómo ir mejorando la tierra. Eso es lo que les puedo compartir. Muchas gracias”.
(*) Integrante de la Red de Mujeres Rurales; vecina de Upala.
La Red de Mujeres Rurales
La Red de Mujeres Rurales es una organización que reúne a mujeres del campo de diferentes zonas de Costa Rica: mujeres indígenas, campesinas, negras, migrantes, que defienden su derecho a la tierra, la trabajan, la cuidan y producen alimentos.
Uno de los temas fundamentales de las mujeres de la Red es el derecho a la tierra y la producción, que es tan importante como cualquier otro derecho. Este tema está fuertemente vinculado con la conservación de la semilla criolla y la recuperación de saberes y prácticas ancestrales en la producción de alimentos; en fin, con la toma de decisiones y la autonomía de las mujeres.
Desde hace 10 años se ha trabajado la producción agropecuaria desde una perspectiva política; es decir, analizando por qué y para qué es importante que las mujeres del campo puedan acceder a tierra y puedan decidir sobre ésta y con ello sobre sus vidas. En este tiempo las mujeres de la Red se capacitan y ellas capacitan a otras mujeres en temas de agroecología, abonos orgánicos, técnicas de conservación de suelos, nutrición animal, entre otros, basándose en el uso responsable de los bienes. Al mismo tiempo, con esto se ha fortalecido la diversidad de los patios y, por lo tanto, la nutrición de ellas y de sus familias.
