Por: Henry Picado
Las imágenes son impactantes. Vimos la “cabezas de agua”, el deslizamiento y el desbordamiento del río Aguas Zarcas producto de la influencia de la tormenta tropical n.º 22, dichosamente el saldo son sólo daños materiales. Pero la situación sería completamente diferente sí se hubiera permitido que la empresa Eurospect S.A se instalara en la parte alta de, lo que hoy es, el Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco. Ésta compañía para 1989 ya había obtenido los permisos gubernamentales para explotar 4 kilómetros cuadrados y sacar azufre, oro, plata y arenisco mediante minería a cielo abierto.
La mega mina no existe hoy gracias a la lucha de Comité Pro-Defensa dela Zona Protectora Juan Castro Blanco que iniciaron con manifestaciones pacíficas en el Parque de Ciudad Quesada donde participaron estudiantes universitarios y de secundaria, dirigentes políticos y religiosos, pastorales sociales. Entre ellos Carlos Murillo Ulate, fundador de la Organización Ambientalista Unión Norte por la Vida (UNOVIDA). Murillo fue un reconocido ambientalista local que desde la década de los años 70s había librado luchas importantes contra la extracción de madera justamente en los cerros de los que hoy se conoce como el Parque del Agua.
La lucha contra la empresa minera Eurospect y el gobierno duró desde 1989 hasta 1992. En estos tres años la organización comunal logró aglutinar a cientos de sancarleños y sancarleñas bajo la consigna de defender la “Montaña Sagrada”. Para junio de 1990 conforma la Asociación Ecologista de la Zona Norte (EZONO) que desarrolló campañas de información a través de la radio, mesas redondas, mantas, volantes, manifestaciones y visitas a organizaciones aliadas con el fin de no permitir la minería y que la zona pasara a ser considerada un área de conservación con categoría de parque nacional.
Como requisito previo a la explotación, la empresa estaba obligada presentar un estudio de impacto ambiental que debería ser aprobado por Ministerio de Recursos Naturales Energía y Minas (MIRENEM), antecesor del actual MINAE. Para la normativa de esa época, era preciso que dicho estudio fuera analizado por una Comisión Gubernamental de Evaluación y Control de Estudios de Impacto Ambiental. La presión social y comunitaria hizo que esta comisión no diera el visto bueno a la empresa Eurospect y se archivara el proyecto. Gracias a esa lucha, en junio de 1991 la Asamblea Legislativa crea el Parque Nacional del Agua Juan Castro Blanco llegando a tener 14.258 hectáreas de extensión.
Una vez más, es gracias a las luchas comunitarias que hoy el país no sufre de un grave accidente minero. Tragedias como la ocurrido en Brumariño en el estado de Mina Gerais en Brasil. Responsabilidad de la empresa Vale, este desastre minero ocurrió a inicios de 2019. En donde murieron a casi 300 personas, contaminó con miles de toneladas de residuos tóxicos y lodos con metales pesados.
Se puede uno imaginar cuán distinto sería el panorama hoy, sí Eurospect hubiera deforestado y escarbado esas 400 hectáreas e instalando quién sabe cuántas lagunas de relaves que terminarían por precipitarse sobre los ríos y más abajo sobre las poblaciones.
Es verdad que en Aguas Zarcas hay perdidas materiales y un clima de riesgo para su población. Pero sin duda de haberse instalado Eurospect en lo alto del cerro el impacto de este desastre nos sería insufrible. Esta país es lo que es, en parte, por las luchas comunitarias en defensa de los bosques y los ecosistemas.